JUAN JOSE FAJARDO   Misionero,  Pastor y Conferencista Cristiano.
Acerca del autor: Nacido en Nicaragua, estudiante de Derecho Mercantil hacia el año 1979. Obligado a salir debido a la guerra civil que culminó con el derrocamiento del gobierno e instalándose un gobierno de izquierda.  Escapando ó tratando de preservar la vida natural, encontró un camino hacia la vida celestial. Como oveja perdida, fue hallado por el buen pastor nuestro Señor Jesucristo.  A primera instancia, sin conocer el idioma, sin tener status legal inmigratorio, en un nuevo país y con razas diferentes, fue acogido y recibido por una iglesia cristiana de tipo conservador.  Después de dos meses de escuchar la palabra de Dios por medio del pastor y evangelista de la iglesia, recibió convicción del Espíritu de Dios, en una campaña en la ciudad de Miami. Dos meses después, en una campaña en la ciudad de Lakeland, Florida, Dios le mostró que sí tiene un pueblo visible sobre la tierra. Después de estudiar las leyes de los hombres, se encontró de repente con la ley de Dios, dada a conocer por nuestro Señor Jesucristo en el desierto al pueblo de Israel, por medio de su profeta Moisés, cuyos escritos los encontramos en el pentateuco. Pidiendo a Dios entendimiento en el libro de Apocalipsis, ya que los líderes pastores de las iglesias evangélicas no lo entienden, es muy complejo y no pueden descifrar los símbolos de la profecía en la revelación de Jesucristo.
    
Dedicado a la predicación evangélica de la Palabra de Dios, y manteniendo viva la fe en nuestro Señor Jesucristo, dictando conferencias sobre el libro de Apocalipsis, no conforme a las tradiciones arrastradas por las iglesias cristianas, sino conforme la revelación que le ha sido dada directamente de nuestro Salvador Jesucristo. Enfrentarse a fariseos y saduceos modernosno es fácil, ahora son llamados por apocalipsis  “falsos profetas”, “falsos maestros”, “falsos apóstoles”, y “falsos judíos y cristianos”. Que moran donde reside y está el trono de Satanás. Dios, les hace un llamado: “salid de ella pueblo mío, para que no seas partícipe de sus pecados y sus plagas, porque se han convertido en cueva de aves inmundas”